Aunque no quiero, veo que me alejo




Aunque no quiero, veo que me alejo
y, para que no olvides que te tuve,
te dejaré un mensaje en el espejo
y la posdata
dibujada en una nube.

Anoche me seguían los demonios
y no quise llevarlos a tu puerta.
Saliendo el sol, logré burlar sus odios
y no me voy
hasta que no te vea despierta.

Seré un susurro cuando te levantes,
sombra apenas sobre la luna fría.
Dos palabras verás sólo un instante,
pero sin dudas
sabrás que fueron mías.

Perdona que no me haya contenido
y que haya violado estos umbrales,
para dejarte aliento desvaído
por sentimientos
que yo te juré inmortales.

Abril de 2014