Cuando te encontré*




Donde te encontré ha pasado algo
como no soñé que fuera posible;
donde te encontré ha crecido un árbol
junto a un hondo lago de tibio cristal.

Donde te encontré ha surgido un valle
donde brilla el sol, donde canta el hombre;
donde te encontré, donde tú me hallaste,
la noche es de estrellas, la luna es de mar.

Cuando te encontré, cada criatura era un sueño
que debía llegar con los buenos tiempos;
cuando te encontré, nada conocía su función,
no había canción con que besar el viento.

Cuando te encontré todo era desconocido
y el mundo nació del amor que hicimos;
cuando te encontré aprendió la nube a pasar,
el ala a volar y el cielo a ser infinito.

Y lo que encontré se fue haciendo grande,
desnudando el mar, despertando el tiempo,
y tu corazón voló con el viento
a veces en paz, a veces violento.

Y esto que encontré ya no era desconocido:
se hizo la canción que se había perdido.
No la perderé: ni la mayor riqueza arrancará
una concesión a este clamor repartido.

Y se encontrarán los del machete aguerrido
con el último héroe que hasta hoy se ha perdido.
Todos gritarán: «Será mejor hundirnos en el mar
que, antes, traicionar la gloria que se ha vivido».

 

 

* Para el acto conmemorativo del 26 de Julio ese año, en Cienfuegos (en cursivas, el texto de Pablo Milanés).