Después de vivir




Después de vivir me queda una hora,
antes de darme al sueño.
Después de vivir y estar a solas,
sin brújula y sin puerto.

Después de vivir me queda un rescoldo
donde escoger recuerdos:
separo el arroz de paja y polvo,
amparo mi alimento.

Allí confirmo lo que hay que salvar.
Por ejemplo, lo que sé:
mi buena suerte para encontrar
de todo, incluso lo que no fue.

Guardo mi fotografía familiar,
guardo mis gafas de sol;
papel y lápiz, para anotar
lo que se ofrezca como canción.

Después de vivir, a veces encuentro
lo que en mis ojos tuve
y no distinguí, por ir envuelto
de más sombras que luces.

Después de vivir me queda una hora,
antes de darme al sueño.
Después de vivir y estar a solas,
sin brújula y sin puerto.

Abril de 2015