En mi calle




En mi calle hay una acera gris
donde se pegan las miradas
del que mira a dónde va.

En mi calle hay un banco que es
tan largo y blanco como el mármol
donde iremos a parar.

Yo no sé por qué son tan altas
las blancas ventanas que miran al cielo.
En mi calle el mundo no habla,
la gente se mira y se pasa con miedo.

Si yo no viviera en la ciudad,
quizás vería el árbol sucio
donde iba a jugar.

En mi calle de silencio está,
y va pasando por mi lado
―es un recuerdo desigual.

Yo no sé por qué estoy mirando,
por qué estoy cantando,
por qué estoy viviendo.

Yo no sé por qué estoy llorando,
por qué estoy amando,
por qué estoy muriendo.