Muerto




Cuando por las noches me libero de mi cuerpo,
sigo yo la ruta que sólo siguen los muertos.

Hay una niña que amo de lejos.
Todas las noches yo corro a su encuentro.

Noche tras noche, hasta la mañana,
para cuidarla me siento en su cama.

Al amanecer yo me despido con un beso,
aunque no lo sienta, porque entonces
yo estoy muerto.

Cuándo será otra noche, mi cielo,
para salvar las distancias, yo muerto.