Una mujer




Una mujer, una mujer,
una mujer con cristales del mar
viaja dentro de mí
coloreando mi sangre, borrando el carbón
que ha tapado mi buen corazón,
que ha tapado mi buen corazón.

Pobre de mí, pobre de ti,
pobre de todos los que amen así,
sobre un potro que vuela ignorando barrancos,
tan cercanos, que lucen mortajas de blanco.

Una mujer, una mujer,
una mujer que no es celestial
sobre un potro partió
hacia todos los pueblos que habitan en mí
y ha tenido un camino feliz,
y ha tenido un camino feliz.

Pobre de mí, pobre de ti,
pobre montura que juega al amor
sobre tantos desastres y canciones sin mango,
sobre tanta cansada emoción que dejaste.

Una mujer, una mujer,
una mujer no esperada por mí,
cabalgando llegó
a clavar en mi tierra su nombre y canción
y a soltar bajo fianza el amor,
y a soltar bajo fianza el amor.