Esta vez con Silvio Rodríguez



Entrevistó: María del Carmen Mestas, revista Muchacha #6, Cuba.
de Agosto del 1982

Con ojos nuevos para ver la nueva vida, pero recogiendo lo mejor del cancionero tradicional, un grupo de trovadores (Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola) crean a fines de la década de 1960 canciones con las que pronto el público y, sobre todo, los jóvenes se identifican.

Apoyados en un lenguaje afincado en nuestras raíces y al que integraron las corrientes más en boga del panorama internacional, ellos formaron en aquel momento el embrión del Movimiento de la Nueva Trova.  No es extraño que se nutrieran de múltiples influencias, desde el guaguancó, el jazz, el filin, hasta los Beatles, al barroco y la música de Brasil.

Los trovadores cantaron al amor, a la guerrilla, a la vida, a la Revolución… Durante esa etapa surgieron canciones como La era está pariendo un corazón, de Silvio Rodríguez; Yo vi la sangre de un niño brotar, de Pablo Milanés, y Por la vida de Noel Nicola.  En torno al MNT se agruparon otros valores como Vicente Feliú, Eduardo Ramos, Los Cañas, Sara González, Jesús del Valle y otros.  

La primera vez juntos

Según Noel Nicola, la primera vez que Pablo, Silvio y él cantaron juntos fue el 19 de febrero de 1968, en la Casa de las Américas: “A partir de ahí es que empezamos a tomar conciencia de nuestros intereses comunes, de nuestra visión del arte y la canción.  A finales de 1969 es, para mí, que se puede hablar de un movimiento, cuando aparecen otros creadores con las mismas características, diseminados por todo el país, y nos conocemos ya unos a otros.

De una minibiografía

Nacido en San Antonio de los Baños el 29 de noviembre de 1946, Silvio comenzó a cantar acompañado de su guitarra.  Las primeras composiciones se caracterizaron por su frescura y vitalidad.

Pasó el Servicio Militar, trabajó en la revista Mella y luego hizo colaboraciones para Verde Olivo.  Fue muy conocido su programa de TV Mientras tanto.  Ha puesto música a obras de teatro y a varias películas, como El hombre de Maisinicú, sobre la vida de Alberto Delgado; Al Sur del Maniadero, Por primera vez y otros documentales del ICAIC.

Fundador del MNT y del desaparecido Grupo de Experimentación Sonora, en sus numerosas giras por el extranjero ha dado a conocer la nueva canción cubana, de la cual es uno de los más inspirados creadores.  Es autor de más de 700 composiciones entre las que se destacan, El barquero,  Hoy es la víspera de siempre,  La canción de la trova,  Hay un grupo que dice,  Fusil contra Fusil,  Canción del Elegido,  El papalote, Mariposas,  el Mayor, Rabo de Nube, Supón y otras.

Hablar con Silvio

Nuestra entrevista con Silvio tuvo lugar en los estudios de grabación de la EGREM.  El artista trabajaba en la producción de un disco de larga duración de la cantante brasileña Olivia.  El acetato incluye autores como Chico Buarque, Sergio Ricardo, Vinicius de Moraes, Sindo  Garay, Pablo Milanés, Juan Formell y el propio Silvio con Yo digo que las estrellas.

La primera pregunta al cantante está relacionada con la ampliación de las temáticas que aborda el MNT.

-Se amplían los asuntos según se enriquece la vida.  Los primeros temas giraban en torno al amor y a la patria, la canción política.  Ahora los contenidos son mayores, de más proyección: el internacionalismo, la construcción socialista… Es decir, cantamos a nuestra realidad que es cada vez más plena, más rica.

De una gira

Silvio y Pablo regresaron recientemente de una gira a España, Francia, Suiza y Bélgica.  Fue un periplo muy intenso que el artista resume así:

-Dos meses, cuatro países, 22 ciudades, 19 aviones, más de 10 mil kilómetros por carretera y 35 conciertos.  En España hemos tenido el mismo éxito de siempre y quizás más: actuamos en el Palacio de los Deportes ante diez mil personas.  También nos sorprendió la calurosa acogida que tuvimos en plazas como Bruselas y Ginebra.
Para este año, Silvio tiene su agenda llena: hay viajes a Venezuela, México, Nicaragua y, posiblemente a Puerto Rico y Estados Unidos, pero, además, están los recitales en tierra cubana y los discos.

-Quiero ver cómo gano tiempo para terminar el LD que proyecto con Formell y del que hasta ahora sólo tengo grabadas cuatro canciones.  Se trata de varios sones míos con arreglos de Juan, interpretados por los Van Van.  El acetato incluiría un son del propio Formell que yo cantaré.

¿De esa manera incursionas en la música bailable?

-Bueno, son sones hechos desde la óptica de la guitarra, y que recreados instrumentalmente por Formell y su orquesta pueden ser bailados.  No quiere esto decir que me vaya a quedar haciendo solo ese tipo de ritmo, sino es un trabajo que me ha gustado como experimentación, como goce de algo novedoso.
Silvio nos anuncia otro disco de canciones compuestas con Pablo Milanés y dedicadas al 25 Aniversario de la Revolución.

¿Volverás a obras al estilo de Supón, que tanto gustó?

-No sé si aparecerá otra u otras canciones en esa línea.  Supón tiene mucho que ver con la tetralogía de Mujer con sombrero, que hace años compuse y de la cual solo se ha divulgado una, pero el resto está en ese espíritu y no se conoce…

A propósito de canciones, ¿cuál fue la primera que compusiste?

Saudade, responde.

Pero, El rock de los fantasmas…

-Sí, esa la hice antes… Ahora, considero que Saudade es mi primera composición por diversos motivos: entre ellos, porque tiene acompañamiento de la guitarra, música.

Por la poesía

Silvio, algunos autores, como Benedetti, te consideran un poeta que además sabe cantar.  ¿Cómo interpretas esa opinión?

-Soy realmente un enamorado de la poesía.  Desde hace algún tiempo empecé un poemario que no he terminado, tal vez por falta de tiempo.  Estimo que de esos poemas muchos están aún muy verdes.  Como ves, es un proyecto inconcluso.

Otra pregunta: ¿De cuáles poetas te sientes más cercano?

-Me identifico con zonas de la poesía de Guillén, Escardó, Lezama, Retamar y el propio Benedetti, y con gente más próxima a mi generación, como Nogueras, Casaus, Guillermo Rodríguez Rivera, y otros.

Insisto: Pero ¿quiénes han aportado más a tu trabajo, a tu valoración de la poesía?

-Podría hablarte en primer lugar de Tallet, del que aprendí cosas muy importantes cuando leí La semilla estéril, hace ya bastante tiempo.  Ahora los que más me han incorporado son Martí, Villena, Cintio Vitier, Eliseo Diego; por eso están entre mis preferidos.

¿Y en lo musical?

-Te diría que todo me influye: todo lo que musicalmente va llegando a mis oídos y yo, aún sin darme cuenta, asimilo: desde los clásicos hasta los músicos populares; desde Sindo hasta el muy joven Santiago Feliú.

Claro que quedaron otras incógnitas por despejar.  Pero nuestro entrevistado, ahora en plan de productor, debía volver a la cabina de grabación.  Para Muchacha habrá una próxima vez en otra entrevista con Silvio Rodríguez, uno de nuestros creadores más genuinos y vitales dentro del Movimiento de la Nueva Trova.