Yo sé que soy de noche
-dijo el búho a la paloma blanca-
mientras se lamía una garra
donde se mecía una parca.
Yo sé que soy de muerte
-dijo el búho a la paloma blanca-
la noche me deja estar
por ella, sin ponerme trampas.
Ve, paloma, y haz el cuento
de mis leyendas mal contadas
donde mato sin nombre
que no es mi culpa tener ojos
donde quepa la noche.
Yo sé, paloma -dijo el búho-
que aunque canto y aunque vuelo
nadie me oye por las alas;
sé que me oyen con el miedo.
Y la paloma fue con miedo,
sana y salva, hasta su amo
que le enseña lo que aprende,
mientras come de su mano.
-dijo el búho a la paloma blanca-
mientras se lamía una garra
donde se mecía una parca.
Yo sé que soy de muerte
-dijo el búho a la paloma blanca-
la noche me deja estar
por ella, sin ponerme trampas.
Ve, paloma, y haz el cuento
de mis leyendas mal contadas
donde mato sin nombre
que no es mi culpa tener ojos
donde quepa la noche.
Yo sé, paloma -dijo el búho-
que aunque canto y aunque vuelo
nadie me oye por las alas;
sé que me oyen con el miedo.
Y la paloma fue con miedo,
sana y salva, hasta su amo
que le enseña lo que aprende,
mientras come de su mano.