Qué esperas de mí
cuando sólo vi el árbol, no la puerta,
nunca el sofá;
cuando sólo vi la dura piedra virgen,
no la ciudad.
Anda con quien pueda ver mejor,
que yo veo frío en vez de amor.
Me gustaría saber del roce
de una hierbita con otra,
de las patitas de la hormiga
sobre húmedos terrones.
Suerte loca, ay.
Mi médula nació en un área de centellas y ciclones,
por eso mi corazón canta con disparos y explosiones.
Qué esperas de mí
cuando sólo oí la voz del huracán,
no el ventilador;
cuando sólo oí carnívoros, no dientes
de roedor.
Anda con quien oiga más allá
que yo sólo escucho un retumbar.
Me gustaría saber del roce
de una hierbita con otra,
de las patitas de la hormiga
sobre húmedos terrones.
Suerte loca, ay.
Mi médula creció en un área de centellas y ciclones,
por eso mi corazón canta con disparos y explosiones.
Qué esperas de mí
si sólo soñé un enorme torbellino
donde caer;
si sólo soñé una espada ensangrentada
por una fe.
Anda con quien sueñe algo más gris,
que mi sueño es justo y es feliz.
cuando sólo vi el árbol, no la puerta,
nunca el sofá;
cuando sólo vi la dura piedra virgen,
no la ciudad.
Anda con quien pueda ver mejor,
que yo veo frío en vez de amor.
Me gustaría saber del roce
de una hierbita con otra,
de las patitas de la hormiga
sobre húmedos terrones.
Suerte loca, ay.
Mi médula nació en un área de centellas y ciclones,
por eso mi corazón canta con disparos y explosiones.
Qué esperas de mí
cuando sólo oí la voz del huracán,
no el ventilador;
cuando sólo oí carnívoros, no dientes
de roedor.
Anda con quien oiga más allá
que yo sólo escucho un retumbar.
Me gustaría saber del roce
de una hierbita con otra,
de las patitas de la hormiga
sobre húmedos terrones.
Suerte loca, ay.
Mi médula creció en un área de centellas y ciclones,
por eso mi corazón canta con disparos y explosiones.
Qué esperas de mí
si sólo soñé un enorme torbellino
donde caer;
si sólo soñé una espada ensangrentada
por una fe.
Anda con quien sueñe algo más gris,
que mi sueño es justo y es feliz.