Gira por América



Entrevistó: Orlando Castellanos, una grabación para el programa Formalmente informal, de Radio Habana Cuba. 
18 de Mayo del 1984

Siempre es grato conversar con este buen amigo que es Silvio Rodríguez, a quien tanto queremos y a quien tanto admiramos, y con él tenemos lógicamente que hablar de su más reciente gira que concluyó en Argentina. Queremos, Silvio, que continuemos aquella conversación rápida sostenida en la puerta del aeropuerto; que esta sea, para los oyentes, tu narración de todo lo que pasó en este período.

Bueno, llegamos primero a Ecuador para cumplimentar dos conciertos que teníamos en un estadio. Llegamos, muy atentos porque era la primera vez que visitábamos ese país, lugar muy hermoso y donde hemos tenido amigos siempre, pero a los que hemos visto fuera de Ecuador. Nunca habíamos ido a Ecuador, ni Pablo ni yo. Nos sorprendió mucho en Quito la recepción: nos estaban esperando en el aeropuerto un buen grupo de compañeros, de amigos de allí, admiradores de la Nueva Trova, admiradores de nuestro trabajo, admiradores de Cuba y admiradores de nuestra Revolución. Estaban con banderas cubanas, con banderas ecuatorianas, fue un acto muy emotivo, muy lindo. Allí estaba la prensa, mucha prensa, estaba la televisión. Realmente no esperábamos esa recepción porque como íbamos por primera vez no podíamos imaginarnos que fuéramos tan conocidos. Allí dimos dos conciertos en un estadio deportivo; entre los dos días asistieron unas quince mil personas: siete mil el primer día y ocho mil el segundo día, según las entradas, con una acogida, con un amor a Cuba, con unos gestos de solidaridad y de cariño extraordinarios. Se filmó el segundo concierto y los derechos de esa presentación los donamos a este próximo Festival de la Nueva Canción que se va realizar en julio, del 7 al 11 tengo entendido.

Del 7 al 14.

Al 14, bueno. Fueron pocos días los que estuvimos; dormimos una noche en Guayaquil y después continuamos viaje a Argentina. Antes de esto quiero mencionar una cosa, porque tiene mucho que ver con un evento que se empieza a desarrollar ahora acá, que es la Primera Bienal de Artes Plásticas de La Habana, y es la visita que hicimos a la casa de Guayasamín. Guayasamín es un pintor, una gloria de nuestra América, no solo de Ecuador; una gloria del mundo en la pintura y es una personalidad extraordinariamente acogedora y cálida hacia Cuba y hacia nosotros, y que también conocía nuestra canciones. Nos invitó a un almuerzo y nos invitó también, cosa que nos honra y que nos llena de expectación, a hacer una visita a Quito para realizar dos o tres conciertos en la sala de su casa.

¡Qué bien!

Es algo realmente muy hermoso y que vamos a realizar sin falta. Bueno, después salimos de Quito e hicimos ese viaje a Argentina donde también fuimos recibidos con mucho calor, con mucho amor, por mucho pueblo que había en el aeropuerto, por mucha prensa y, sobre todo, por los compañeros de la Nueva Canción Argentina que todo el tiempo estuvieron a nuestro lado dándonos su apoyo, su solidaridad, su amistad, tratando de asistirnos en todo cuanto pudieran y en todo cuanto necesitáramos. Realmente a veces no pudimos tener con ellos toda la atención que hubiéramos querido porque era muy fuerte la presión de trabajo que teníamos y no solo eso, sino la presión en general de tanto pueblo alrededor. Este es nuestro primer viaje a la Argentina, uno muy esperado; tiene antecedentes muy hermosos y creo que son los que han hecho posible este viaje con tanto éxito. Resulta que nuestras canciones entraron en la Argentina cuando el llamado “Proceso”; o sea, durante los gobiernos militares, entraron clandestinamente y hubo una especie de trabajo de hormiga, subterráneo, de pasarse los casetes; se hicieron cientos, miles, realmente miles de copias de casetes que se pasaban de mano en mano los amigos que traían las grabaciones del exterior, de España, de México; pasaban los casetes con las portadas cambiadas. Si eran discos ponían el disco con otra portada y así se fue desarrollando esa especie de promoción espontánea.

Verdaderamente muy interesante. Y arriesgado.

Producto de la solidaridad del pueblo y de la juventud argentina con la Revolución Cubana, y cuando después de las Malvinas se pudieron hacer nuestros discos, nuestros casetes y nuestra música empezó a difundirse realmente ya. Había un pueblo expectante de todo este trabajo y se convirtió en un verdadero suceso discográfico y de difusión de nuestra música; por eso, cuando llegamos había esa expectación y por eso siempre, desde que regresé a Cuba, he dicho que este éxito se debe fundamentalmente a la solidaridad del pueblo argentino con Cuba. Visitamos cinco ciudades: Rosario, Córdoba, La Plata, Mendoza y, por supuesto, Buenos Aires. Teníamos planeado hacer trece conciertos y tuvimos que hacer seis más. En Buenos Aires estábamos tocando en un lugar que se llama Obras, es el estadio de obras sanitarias de Buenos Aires; es un lugar que cobró importancia como centro musical en todo este período de la dictadura, porque fue el local donde preferiblemente se hicieron los conciertos de rock. Allí caben aproximadamente cuatro mil quinientas personas. Todas las noches había mucha gente, se calculan unas cinco o seis mil personas cada noche y así, con ese calor, con esa respuesta, con ese entusiasmo, también visitamos estas otras ciudades que te menciono. Especialmente recordamos todos los conciertos, pero el de La Plata fue maravilloso, realmente maravilloso, aunque solamente llegamos cantamos y nos fuimos. En Córdoba hicimos dos conciertos que fueron un poco tensos de tanto calor que había del público (risas). Fueron un poco tensos porque la gente no cabía en el local y se quedaron cientos de personas fuera, y entonces hubo que abrir puertas a todo ese pueblo las dos noches. En Mendoza nos sucedió algo muy significativo y fue que aproximadamente tres mil chilenos pasaron de Santiago y de otras ciudades a Mendoza, que está muy cerca, es fronteriza con Chile. Pero no solamente fueron a Mendoza los chilenos; por ejemplo en Buenos Aires nos fueron a ver, que supiéramos nosotros, un grupo de jóvenes chilenos que fueron en auto stop.

¿Ah, sí?

De Santiago hasta Buenos Aires que es una distancia significante.

Una distancia larga.

Extraordinaria, más de dos mil kilómetros y cruzando la Cordillera de los Andes, además; y en la ciudad de Rosario nos sucedió algo de mucha significación para nosotros: el día después del concierto, cuando ya nos marchábamos, se acercó un joven y nos regaló una copia de la partida de nacimiento del Che. Esto fue algo realmente muy hermoso, muy emotivo para todos nosotros, y acá la trajimos y se la regalamos al Comandante en Jefe. Y bueno, el viaje por la Argentina yo creo que es algo realmente inolvidable para todos nosotros, tanto para Pablo, como para los compañeros del grupo, como para mí, porque realmente hemos tenido éxito en otros países, pero ese nivel de éxito, siendo la primera vez que visitamos una nación, es la primera vez que nos sucede. En otros países ese éxito es el resultado de un trabajo de años que hemos venido haciendo, de promoción discográfica, de visitas, y uno se da cuenta cómo va creciendo.

Naturalmente.

Uno nota que cada año crece esa respuesta del público; pero en Argentina realmente, era primera vez que íbamos y prácticamente después de muchos años en que las relaciones con Cuba eran prácticamente nulas; o sea, no nulas pero sí muy limitadas.

Y, Silvio, de tus canciones, porque con Pablo tengo otra conversación, ¿cuáles eran las que más te pedían o las que tú estimas eran más conocidas allá?

Prácticamente todas las canciones que tengo en disco eran conocidas allá, gracias a la difusión que le ha hecho Mercedes Sosa. Se conoce mucho La maza. Y se conoce mucho Unicornio; pero también pedían una cantidad de canciones tremendas, incluso canciones antiquísimas.

¿Sí?

Claro, y en algunos casos podía complacer a la gente, en otros no porque ya eran canciones que me traían toda una serie de dificultades en volver a aprendérmelas en la guitarra sobre todo ¿no? Aun así, por ejemplo, La maza que es una canción que yo la hice, que la grabé y que prácticamente nunca más la volví a cantar en escena, la reconstruí completamente y la empecé a cantar en los primeros conciertos con mucha dificultad, con equivocaciones, con errores, la gente me ayudaba.

Sí, eso notaba también, que la gente cantaba las canciones.

Sí, la gente cantaba todas las canciones, las de Pablo y las mías. Todas las canciones las cantaban y sucedía una cosa muy cómica: que a veces hasta los estrenos los cantaban porque había mucha gente que iba a todos los conciertos.

¿Y en ese momento en que llegan a la Argentina se está difundiendo la música de ustedes a través de los medios de difusión masiva, en la radio, en la televisión?

Sí, claro, se pasan las canciones; incluso, hay canciones nuestras en este momento como La maza y Unicornio y no recuerdo qué canciones de Pablo, que están en los primeros lugares de la preferencia. Ya cuando nosotros llegamos eso estaba sucediendo; hicimos cosas muy lindas, como por ejemplo, grabar un disco en vivo con cantores argentinos.

¡Ah, qué bueno! ¿Dónde lo hicieron?

Allí mismo en Obras Sanitarias. Cogimos tres o cuatro días de conciertos y los cantores fueron yendo y después eso se montó, se editó y va a salir primero un álbum con dos discos, donde se nota en medio de nuestros conciertos la participación de los cantores, y de poetas porque también estuvo Armando Tejada Gómez.

¿Y qué cantores participaron?

Estuvo León Gieco, Víctor Heredia, estuvo el cuarteto Zupay, Tarragó Ross; estuvo Piero, Cesar Isella, Armando Tejada Gómez.

¡Ah! Muy interesante.

Realmente es una pena que no hayamos podido contar con Mercedes porque en esos días, a pesar de nosotros haberle propuesto la participación de ella a los organizadores de estas grabaciones, estaba de gira.

Y ¿tuvieron alguna presentación en estudios de televisión o solamente las grabaciones…?

Sí, hicimos un programa de televisión maravilloso con un personaje que se llama Juan Carlos Mareco; un tipo extraordinario, uno de los profesionales del medio más asombroso que he conocido en mi vida. Él tiene un programa que se llama Cordialmente y que dura como hora y media y se trasmite en directo, creo que desde las doce y media o la una de la tarde hasta hora y media después; es un programa con una teleaudiencia extraordinaria, porque llega a toda Argentina, además a Uruguay, Chile, Paraguay y parte del sur de Brasil. O sea, que lo ven millones y millones de personas. Es un programa donde se realiza una charla informal, sobre cualquier tema; bueno, en este caso, lógicamente, en gran medida sobre Cuba, sobre la canción, sobre nosotros, y fue muy agradable, tanto que nos quedamos muy amigos de Mareco, entre otras cosas porque este espacio nos permitió destacar nuestra presencia allí. También, la televisión estatal ATC nos filmó dos conciertos; de uno de ellos se pasó algunos fragmentos estando nosotros allá, porque no se pudo transmitir completo por determinadas deficiencias técnicas.

Qué pena, ¿eh?

Ese fue el segundo concierto que hicimos y no quedó muy bien; sobre todo por parte nuestra, por dificultades técnicas nuestras, y entonces se grabó uno de los últimos conciertos que yo creo que ese día por la polenta que había, como dicen los argentinos, debe haber quedado bastante bien. Te digo debe, porque había el compromiso de que nos lo enviaran y todavía no nos ha llegado. Estamos esperando que nos llegue acá a Cuba lo antes posible para seleccionar los materiales que vale la pena exhibir, ¿no?.

En cuanto al público ya hemos hablado, pero falta decir lo que respecta a la crítica, a los comentarios de prensa, etcétera.

Yo creo realmente que muy pocos órganos de prensa, si es que hubo alguno, no reflejó de una u otra forma nuestra presencia allá. Las principales revistas, los fundamentales periódicos, en varias ocasiones hicieron tanto crónicas de los conciertos, como recogieron nuestros movimientos en el país, con entrevistas. La prensa se ocupó mucho de nosotros y nosotros también nos ocupamos bastante de la prensa por cierto.

Como siempre, ustedes siempre son muy gentiles (risas).

Sí, gracias (risas). A veces hasta sin tiempo para hacerlo.

Claro, sé que eso también pasa.

También hicimos algunas cosas para Chile, hicimos algunas cosas para Uruguay; conocimos allá a un cantor uruguayo por cierto, un cantor de candombe, Rubén Rada, que este año va a venir acá a Varadero. Realmente, yo creo que va a ser de gran conmoción en nuestro pueblo, porque el candombe es una música de raíz negra, se toca con tambores. Y entonces, este negro Rada es un tipo de una energía y de una vitalidad tremendas, aparte de ser un cantor muy bueno, muy afinado, y de tener muy buen gusto en el repertorio que escoge. También tiene muy buenos músicos, toca con sus hermanos y con otras personas excelentes que lo acompañan. Creo que va a gustar mucho cuando venga.

Bueno, Silvio, ¿hay la posibilidad de un regreso próximo a la Argentina?

Inmediatamente no, por supuesto, porque en lo que nos queda de año tenemos ya una serie de compromisos que cumplir; por otra parte yo también me propongo carenar un tiempo acá en Cuba, tiempo que necesito para superarme un poco, cosa que no me lo ha permitido estos últimos años de tanto viaje, de tantos compromisos internacionales y necesito refrescar algunos conocimientos, incluso hasta de orquestación, porque, por ejemplo, ahora en septiembre hago la música para el primer largometraje de ficción del cineasta cubano Víctor Casaus y eso me significa un compromiso muy serio; me propongo orquestar toda esa música incidental y las canciones que haga.

Bueno, ¿y, luego de la Argentina marcharon a Perú?

No, lo de Perú lo suspendimos al surgir los seis conciertos aquellos.

Sí, claro, se les fue el tiempo.

Lo tuvimos que suspender porque ya era mucho tiempo que llevábamos fuera. Teníamos algunas cosas que hacer aquí, entre ellos el viaje este inmediato pues me voy mañana para Italia a participar en un Festival de la Cultura Cubana que se va a hacer en Venecia desde el 19; o sea, desde mañana, hasta el 29 de este mes.

Bueno, al llegar acá, cosa que sentí mucho no estar en La Habana en esa oportunidad, porque fue muy lindo verlo en la prensa, verlo en la televisión, se les rindió un homenaje en la Casa de la Américas, en la casa donde, pudiéramos decir, nació la Nueva Trova. Este fue un homenaje que no era solamente de la Casa de las Américas, sino un homenaje del pueblo cubano prácticamente concentrado allí y, en esa oportunidad, tuvieron ustedes el privilegio de compartir con nuestro Comandante en Jefe.

Un tremendo privilegio.

¿Cómo pudieras tú trasmitir eso a los oyentes?

Eso me tiene pensando, porque es el premio más alto que puede recibir un artista revolucionario, un artista cubano: que Fidel, prácticamente el más fiel seguidor de Bolívar y de Martí y de todos los grandes próceres de América, haya tenido ese gesto de venir a felicitarnos y de tener unas palabras tan solidarias y tan comprensivas para nuestro trabajo. Yo creo que es un gran compromiso, me lo planteo de esa forma: no me queda más remedio que tratar de ser mejor artista después de eso. Ha sido muy lindo también después, porque muchos artistas cubanos nos han llamado y realmente han sentido ese hecho como un homenaje a ellos mismos. Realmente yo creo que tiene esa significación, que trasciende la figura de Pablo y mía y que es un gesto de nuestro pueblo, y de nuestra Revolución hacia todos los artistas cubanos, hacia la Nueva Trova en general.

Bueno, Silvio, tú hablabas hace un momento del próximo viaje. Yo quisiera verte más a menudo, pero como casi siempre que te veo estás con el pie en el estribo del avión, en la escalerilla del avión, por ejemplo, partes ahora para Venecia...

Venecia sí, es una ciudad que todo el mundo sueña con conocer ¿no?

Y anótame a mí en esa (risas).

Sí, sí, es increíble, es una ciudad legendaria y buena. Yo también tengo deseos de conocerla aunque me hubiera gustado hacerlo en un período de trabajo un poco menos intenso. En Venecia vamos a hacer una semana, o más bien diez días, de exposición de la Cultura Cubana; o sea, va parte del Ballet Nacional, va una muestra de plástica, una muestra de nuestro cine, una muestra de nuestros libros; van poetas, músicos, cantores como Sara González y yo, Pablo, que iba a ir pero no puede por una afección en la garganta que tiene.

Sí, yo estuve hablando con él.

Después yo tengo que ir a hacer un concierto en Estocolmo, a presentar un concierto el día 2.

¿El 2 de junio?

El 2 de junio estoy en Estocolmo en un concierto para la televisión; va a hacerse en un teatro. Allí es donde se va a filmar y ya después me regreso a Cuba; vamos a ver si esta vez puede ser el mayor tiempo posible.

¿Y aquel libro, y aquel libro de poemas?

Castellanos, imagínate, yo con esta vida que llevo no tengo tiempo de ocuparme de nada. Si te cuento que hace seis meses que no hago una canción, imagínate tú un libro de poemas, no me creerías. De eso estuve hablando hace unos días con un amigo que también me preguntó y es probable que le dé otra estructura al libro ¿no?, y lo combine más con otras cosas, no solamente con poemas, quizás le ponga también algunos dibujos, fotos.

Ya.

Algo así.

Bueno entonces no te tomo más tiempo. Te deseo otro feliz viaje, otros grandes aplausos y los éxitos que son tuyos y son de cada uno de nosotros los cubanos. Gracias, Silvio.

Gracias a ti, Castellanos.