31 de Enero del 2012
Por: Mónica Rivero
Fotos: Alejandro Ramírez
Por: Mónica Rivero
Fotos: Alejandro Ramírez
Presentación de Silvio Rodríguez, Trovarroco, Niurka González y Oliver Valdés, con Tanmy López y Héctor Hernández como invitados.
El parque Trillo estaba más concurrido que de costumbre este sábado (y eso es decir mucho). Una multitud se reunió a escuchar a Silvio, que vivió no lejos de allí, en San Leopoldo, y antes de comenzar a cantar compartió la memoria de haber corrido y jugado allí mismo siendo niño.
Cayo Hueso, declarado Monumento Nacional en 1978, fue reconocido oficialmente el 26 de julio de 1912. Heredó su nombre del sitio homónimo en la Florida, debido al número de emigrados cubanos que, provenientes de este lugar, regresaron a la Isla y se asentaron en la zona una vez finalizada la Guerra de Independencia.
No debe ser casual que el Palacio de la Rumba esté allí; tampoco que esté situado frente al Parque Trillo, donde, según cuentan, Chano Pozo tocaba con frecuencia, lo mismo que Tata Güines y Anga.
Pero la historia del barrio no se limita a lo musical. En 1902 fue escenario de la Huelga de los aprendices, que trascendió como “Lunes Sangriento” debido al saldo de muertos y heridos. Cinco años después tuvo lugar la Huelga de la Moneda, y sucesivamente otros acontecimientos asociados a las luchas obreras. Fue también sede de la Universidad Popular José Martí, la Liga Antiimperialista, el P.S.P, y escenario de alocuciones de Mella, Marinello, Villena (cuyos versos llegaron en música esta vez)... A principio de los 50, Cayo Hueso fue nombre de un grupo revolucionario de la localidad que participó en el asalto al cuartel Moncada en julio de 1953.
Retrocediendo más en el tiempo, fue esta la zona por donde penetró en el siglo XVI Jacques de Sores, el famoso corsario francés, quien encontró la resistencia de las fuerzas del Alcalde Juan de Lobera y los pobladores del lugar.
Hoy, es visible la depresión del estado arquitectónico del barrio. Los vecinos esperan por la implementación del previsto plan de reanimación y conservación urbanística. Mientras, siguen apelando a su fe, tocando rumba, jugando dominó, viviendo y trabajando.
En este lugar de tradición de ritmo y rebeldía, se disfrutó el sábado de poesía y música, queridas, intensamente disfrutables.
Con información disponible en: http://www.ecured.cu/index.php/Cayo_Hueso_(Centro_Habana)
El parque Trillo estaba más concurrido que de costumbre este sábado (y eso es decir mucho). Una multitud se reunió a escuchar a Silvio, que vivió no lejos de allí, en San Leopoldo, y antes de comenzar a cantar compartió la memoria de haber corrido y jugado allí mismo siendo niño.
Cayo Hueso, declarado Monumento Nacional en 1978, fue reconocido oficialmente el 26 de julio de 1912. Heredó su nombre del sitio homónimo en la Florida, debido al número de emigrados cubanos que, provenientes de este lugar, regresaron a la Isla y se asentaron en la zona una vez finalizada la Guerra de Independencia.
No debe ser casual que el Palacio de la Rumba esté allí; tampoco que esté situado frente al Parque Trillo, donde, según cuentan, Chano Pozo tocaba con frecuencia, lo mismo que Tata Güines y Anga.
Pero la historia del barrio no se limita a lo musical. En 1902 fue escenario de la Huelga de los aprendices, que trascendió como “Lunes Sangriento” debido al saldo de muertos y heridos. Cinco años después tuvo lugar la Huelga de la Moneda, y sucesivamente otros acontecimientos asociados a las luchas obreras. Fue también sede de la Universidad Popular José Martí, la Liga Antiimperialista, el P.S.P, y escenario de alocuciones de Mella, Marinello, Villena (cuyos versos llegaron en música esta vez)... A principio de los 50, Cayo Hueso fue nombre de un grupo revolucionario de la localidad que participó en el asalto al cuartel Moncada en julio de 1953.
Retrocediendo más en el tiempo, fue esta la zona por donde penetró en el siglo XVI Jacques de Sores, el famoso corsario francés, quien encontró la resistencia de las fuerzas del Alcalde Juan de Lobera y los pobladores del lugar.
Hoy, es visible la depresión del estado arquitectónico del barrio. Los vecinos esperan por la implementación del previsto plan de reanimación y conservación urbanística. Mientras, siguen apelando a su fe, tocando rumba, jugando dominó, viviendo y trabajando.
En este lugar de tradición de ritmo y rebeldía, se disfrutó el sábado de poesía y música, queridas, intensamente disfrutables.
Con información disponible en: http://www.ecured.cu/index.php/Cayo_Hueso_(Centro_Habana)
