Por: Marianela Dufflar
Fuente: Cubadebate
Fotos: Iván Soca
Iluminar al barrio con canciones, ha sido una de las tantas virtudes de Silvio Rodríguez, durante la gira barrial que inició el 9 de septiembre de 2010, en La Corbata, Municipio Playa, de la ciudad de La Habana.
Desde entonces, han pasado casi 9 años y aunque para algunos resulte sorprendente, este viernes 29 de marzo, el trovador cubano llegó al concierto número 100. Esta vez, en Jesús del Monte, Municipio Diez de octubre, uno de los espacios más afectados y de mayor cantidad de damnificados, por el tornado ocurrido en enero de este año.
La oficina de los Estudios Ojalá, que lidera el trovador, presentó una convocatoria a través de las redes sociales, que permitía al público hacer donaciones de libros antes de iniciar la presentación.
Y como seguir a Silvio es una vocación de muchos, de la misma manera que cantar con él sus canciones es un modo, por los sentimientos que provoca, de hacer crecer el alma, hasta la calle Quiroga, entre San José y Reyes, llegaron personas de distintos parajes de Cuba y el mundo, con libros infantiles y juveniles para entregar a las escuelas del barrio.
Motivaciones especiales e intensas emociones, acompañaron a Silvio Rodríguez en una presentación, que desde inicio a fin, resultó conmovedora.
A las siete de la tarde, con la puntualidad de siempre, el autor de Unicornio, subió al escenario acompañado de un hombre, vestido con el uniforme de la policía nacional revolucionaria.
El trovador fue recibido con una gran ovación y comentó al público que se extendería un poco, porque desde hace mucho tiempo, venía diciendo, que a estos conciertos por los barrios le acompañan una tropa de invisibles imprescindibles, que son los que más trabajan, los que llegan antes y se van de últimos, a veces ha mencionado a algunos, pero en este caso, se daría el gusto de mencionarlos a todos, los que están y los que han estado. Así lo hizo.
Minutos más tarde, Silvio reveló que la gira por los barrios, surgió de la invitación del compañero que se encontraba su lado, el Mayor José Alberto Álvarez López, quien atendía a La Corbata, un barrio de realidades precarias.
Aquella experiencia, continuó Silvio, que realizaron por solidaridad, resultó muy gratificante y por eso la quisieron repetir en otro barrio y luego en otro, hasta llegar a la presentación de este viernes.
Personalmente, agregó, estos conciertos no los ha visto como algo extraordinario…, sus compañeros de generación de trovadores se acostumbraron a tocar en los barrios, las escuelas, en las prisiones, en todas partes.
También rememoró las experiencias de llevar el arte ala sociedad, del poeta Federico García Lorca, de Alicia Alonso y Alfredo Guevara, que anteceden estas presentaciones, agregando que lo que está haciendo, ya estaba inventado.
El hecho de llegar al concierto 100 de la Gira Interminable, aseveró, le hacía recordar y agradecer a los talentos de tantas disciplinas artísticas que le han acompañado.
Siento, dijo, especialmente presente a algunos amigos que partieron y que jamás lo abandonan como el poeta y profesor, Guillermo Rodríguez Rivera, que estuvo en la Timba, el escritor Jaime Saruski, que fue a Coco Solo, el queridísimo actor, Carlos Ruíz de la Tejera, que estuvo en Buena Vista. Y para colmo, el genial Santiaguito Feliú que estuvo en Mantilla y en tantos lugares, quien precisamente cumplía ese día, 57 años.
Por último, aseguró, que siempre ha preferido calidad antes de cantidad, eso es lo que siente que merece el pueblo, por ello en esta gira, en gran medida musical, se ha preocupado por tener buen sonido. Manera de honrar las calidades de los artistas que en ella han participado; y siguiendo ese principio, presentaba a sus invitados para esta ocasión, refiriéndose a Yoruba Andabo, una de las agrupaciones rumberas más importantes de ese arte, urbano.
A partir de ese momento, la música no dejó espacios para silencios y ni tristezas, comenzaba de esa manera un concierto memorable en el que definitivamente contó con experiencias perdurables.
El Parque de Jesús del Monte, se llenó de rumba. La Gozadera, El necio y Estilo diferente fueron los temas interpretados por la agrupación invitada. Cada uno de sus integrantes, mostraron con la calidad de sus propuestas, tanto sonoras como escénicas, su incuestionable talento. Su contagioso ritmo y el entusiasmo proyectado, hicieron bailar y cantar no solo a los vecinos del barrio sino a mexicanos, ecuatorianos, salvadoreños, españoles, brasileños, angoleños y hasta ingleses que asistieron al concierto.
Al concluir Yoruba Andabo, Victor Casaus, poeta y director del Centro Pablo de la Torriente Brau, anunció el otorgamiento por vez primera a persona natural, del Sello Conmemorativo 500 Aniversario de la fundación de la Ciudad, por parte de la Asamblea Provincial del Poder Popular de la Capital.
Silvio además de agradecer el reconocimiento, quiso que lo recibiera, en nombre de su estudio de grabación y oficina, Orlando Núñez Torné, fundador de Ojalá y de muchos importantes proyectos.
El director del Centro Pablo, también, como se ha hecho habitual, dio a conocer la entrega de donaciones de libros para las escuelas de la comunidad por parte de la Editorial Capitán San Luis, El centro Martín Luther King, El centro Pablo, Casa de las Américas, Editora Abril, SELVI ARTES GRÁFICAS liderada por el poeta y ensayista, Juan Nicolás Padrón y los Estudios Ojalá, a los que se sumaron, los entregados por los asistentes.
Otro momento no menos importante, resultó ser la presencia en escena del héroe de la patria, Tony Guerrero, quien confesó ser vecino de ese barrio en su niñez e hizo un recuento de cómo se enteró en prisión del nacimiento de esta gira y de cómo entre Victor Casaus, Silvio y él, la catalogaron de gira interminable.
Al concluir Guerrero, Casaus, presentó el Premio Pablo, la mayor distinción que otorga el Centro Pablo de la Torriente Brau, a la Gira interminable y los imprescindibles de Ojalá, por llevar la canción, la poesía, la cultura a las plazas y las calles, por defender el compromiso con la belleza, la diversidad y la justicias; y por ser y estar donde tanta falta hace en estos días.
Este premio consistente en una loza creada por el maestro de las artes plásticas cubanas, Alfredo Sosabravo, y fue recibido por Amín Blanco, productora artística del equipo de Silvio.
De inmediato, apareció el trovador en escena. Esta vez, acompañado de Jorge Aragón (piano), Jorge Reyes (contrabajo), Niurka González (flauta y clarinete), Rachid López (guitarra), Maykel Elizalde (tres), Emilio Vega (vibráfono y percusión) y Oliver Valdés (batería y percusión).
Desde ese momento y durante casi dos horas, el canto, la poesía y la música, fueron adueñándose de los sentimientos de los presentes.
Yo te quiero libre, Tu soledad me abriga la garganta. De la ausencia y de ti, Velia, El reparador de sueños, Viene la Cosa, Quién fuera, Eva, Tonada del Albedrío, Tonada para dos poemas de Rubén Martínez Villena, América, Día de agua, La maza, Te amaré, Óleo de mujer con sombrero, Para Bárbara a manera de tributo a la vida y obra de Santiago Feliú, que provocó entrañables emociones, La era está pariendo un corazón, Angel para un final, Ojalá y Pequeña serenata diurna, conformaron el repertorio de este concierto cien.
Cada uno de estos temas, interpretado de manera magistral por Silvio y sus músicos acompañantes, fueron disfrutados, coreados y algunos hicieron soñar y vivir a los presentes momentos definitivamente inolvidables.
Al menos así le sucedió a Eduardo Velázquez, ecuatoriano de 32 años, quien le ofreció matrimonio y hasta el anillo de compromiso a su novia Denis Romero de 24 años, también ecuatoriana, justo cuando Silvio comenzó a cantar Óleo de una mujer con sombrero, una de las canciones que más le gustan del poeta trovador.
Casi ya despidiéndose del concierto, un vecino de Jesús del Monte, se acercó al escenario y le pidió a Silvio, Pequeña Serenata Diurna, al ver que el trovador decidió complacerlo, le dijo en alta voz: Y ahora lúcete con la guitarra.
Miles de personas han disfrutado de la propuesta espiritual, noblemente humana y de altos valores artísticos, del poeta y su tropa acompañante, en la que se destacan músicos e intérpretes excepcionales de Cuba y otras partes del mundo, que defendiendo diversos géneros y estilos en la música y mostrando su interés en formar parte de la iniciativa del autor de Hoy mí deber, se han sumado al proyecto, entregando a los barrios visitados, de manera gratuita, su arte mayor.
A lo anterior se suman valores entregados y recibidos no solo de los artistas hacia el público, sino del público hacia los artistas.
Mucho hay que agradecer al trovador y su tropa, a los que les han acompañado durante estos años, a los visibles y los imprescindibles invisibles, quienes con su entrega han hecho historia en los barrios y han demostrado y demuestran todo lo que puede hacerse por preservar los valores de la cultura de la nación.
Asistieron a la presentación Luis Antonio Torres Iríbar, Primer Secretario del Partido de La Habana, Alpidio Alonso Ministro de Cultura, así como directivos y funcionarios del Partido, Ministerio de Cultura, Poder Popular y la provincia así como personalidades de la Cultura.
Compartimos con los lectores comentarios de algunos de los asistentes:
Corina Mestre (actriz cubana): Yo tenía que estar en este concierto 100, porque cuando tenía 10 años, fui de la mano de Noel Nicola al primer concierto de Silvio, en Casa de las Américas.
Desde entonces le sigo, además me permitió en el concierto de Punta Brava, compartir el escenario con Augusto Blanca… son experiencias inolvidables, por eso vine y con la expectativa de escuchar todas las canciones que cante, porque todas me gustan.
Augusto Blanca (trovador): Estar aquí es un deber, con cariño, he estado en varios de estos conciertos, me hubiera gustado estar en todos, pero no he podido.
Es bueno decir que cada uno de los conciertos de esta gira es una joya en sí, cada canción aunque sea la misma, no resulta igual, es lindo ver las reacciones de la gente, a todo el mundo cantando, ver a las personas con el cariño que reciben a Silvio y a quienes le acompañan, estos conciertos son actos de amor.
Además este concierto que hace Silvio en el barrio es el mismo que hace en París, por eso lo felicito en este concierto cien y espero que llegue a los mil.
Iván Soca (Fotógrafo de los invisibles imprescindibles): Realmente llevo subiendo en redes sociales varias fotos que rememoran la gira que ya tiene como diez años y todo lo que he posteado hablaba de que la gira llegaba al concierto 100 y este hecho es como para ponerse a reflexionar consecuentemente, en el por qué se hace y ello te reafirma el porqué de estar aquí y de seguir con Silvio, en este proyecto.
Claudia Ruiz (Colombiana de 48 años): Vine con mi familia, para nosotros es un ídolo y cuando nos enteramos que realizar el concierto 100 nos listamos todos, compramos boletos y aquí estamos, no podíamos perder esta oportunidad de escucharle cantar en un barrio de su país.
Víctor Casaus (Poeta y fundador de la gira): Para mi estar presente en estos conciertos significa acompañar a un hermano, esa es la consigna de estos conciertos. Por ello el Centro Pablo, a través de las donaciones de libros a las comunidades, le ha acompañado en esta gira, que además de brindar música maravillosa, que flota en los aires de cada barrio cuando se da el concierto, deja su impronta física en forma de libros.
A Silvio lo he acompañado con mucho amor y con mucho cariño en estos conciertos, porque tenemos entre nosotros una alianza estratégica cultural que no se va a romper por nada ni por nadie
Luis Antonio Torres Iríbar (Primer Secretario del Partido de Ciudad de La Habana): Estoy en este concierto porque estamos hablando de Silvio Rodríguez, uno de los grandes patriotas e intelectuales de este país, un hombre que ante los momentos difíciles de la Patria siempre se ha puesto al lado de la Patria y esta vez, está aquí en el Barrio de Jesús del Monte, casi en el centro de donde se dieron los principales problemas a partir del tornado y ha decidido dar el concierto número cien, para el pueblo en este lugar.
Esto tiene un simbolismo tremendo y que venga a este lugar al que hemos venido en estos últimos días tantas veces, a compartir con las personas afectadas, es bien importante.
La música de Silvio, no nos olvidemos, es un canto a la Patria, es un canto a la unidad, es un canto a la vida.
Le deseo muchos éxitos en este concierto y que vengan cientos de conciertos más para su patria. Es un orgullo que Silvio siempre, esté sirviéndole a su pueblo.