30 de Abril del 2012
Por: Magalys Chaviano Álvarez
Fuente: Periódico 5 de septiembre
Fotos: Magalys
Por: Magalys Chaviano Álvarez
Fuente: Periódico 5 de septiembre
Fotos: Magalys
Gladys Castellón Fernández, vecina de la barriada de Reina, en Cienfuegos, no se perdió el acontecimiento del domingo, ¡Silvio Rodríguez cantándole a los pobladores del lugar! Hasta la tribuna llegó con su bastón, en bata de casa, y fue saludada por el cantautor, quien calificara de reinas y reyes a su público de la noche.
"He hecho un pacto para que cese la lluvia", dijo, y se hizo la magia para que el concierto fuera un gozo de gente de pueblo. Los hermanos Novo; Lázaro García, fundador del Movimiento de la Nueva Trova que arribó este año a los 50 de vida artística; Mandy, el médico que hace música; y hasta el Kíkiri de Cisneros, hicieron del espectáculo una cienfueguerísima cantata.
Un repaso por el repertorio clásico de Silvio, sacó notas a los espectadores, que entonaron con él, Unicornio, Días y flores y Óleo de mujer con sombrero, entre otras, hasta el clásico Ojalá, ese himno que se ha multiplicado de generación en generación.
Silvio trajo a Cienfuegos una donación de libros de la editorial Pablo de la Torriente Brau, del Instituto Cubano del Libro y de los estudios Ojalá, como viene siendo usual en sus conciertos de barrio, porque leer es también hacer cultura.
Reina ya no contará su historia de barrio de pescadores, sin que su gente recuerde la memorable noche de domingo, con lluvia, sí, pero llena de canciones y música.
"He hecho un pacto para que cese la lluvia", dijo, y se hizo la magia para que el concierto fuera un gozo de gente de pueblo. Los hermanos Novo; Lázaro García, fundador del Movimiento de la Nueva Trova que arribó este año a los 50 de vida artística; Mandy, el médico que hace música; y hasta el Kíkiri de Cisneros, hicieron del espectáculo una cienfueguerísima cantata.
Un repaso por el repertorio clásico de Silvio, sacó notas a los espectadores, que entonaron con él, Unicornio, Días y flores y Óleo de mujer con sombrero, entre otras, hasta el clásico Ojalá, ese himno que se ha multiplicado de generación en generación.
Silvio trajo a Cienfuegos una donación de libros de la editorial Pablo de la Torriente Brau, del Instituto Cubano del Libro y de los estudios Ojalá, como viene siendo usual en sus conciertos de barrio, porque leer es también hacer cultura.
Reina ya no contará su historia de barrio de pescadores, sin que su gente recuerde la memorable noche de domingo, con lluvia, sí, pero llena de canciones y música.