13 de Junio del 2011
Por: Mónica Rivero
Fotos: Alejandro Ramírez Anderson
Por: Mónica Rivero
Fotos: Alejandro Ramírez Anderson
Presentación de Silvio Rodríguez en La Timba, Plaza de la Revolución; con Tony Ávila, Amparo del Riego, Víctor Pellegrini, Niurka González, Trovarroco, Oliver Valdés y el escritor Guillermo Rodríguez Rivera como invitados.
Un lugar llamado La Timba no podía ser menos que ruidoso, sonoro; estaba predestinado a ser un lugar con ritmo.
Los vecinos comentan curiosamente las ventajas de la cercanía con un cementerio, propias de cierto humor negro: "Hay tranquilidad, silencio...", "Nadie va a protestar por la música alta", "No estarán pendientes de tu vida"; y así.
Un muro es la única frontera entre este barrio y la necrópolis de Colón. De un lado la bulla cotidiana, del otro el silencio casi absoluto; allí la gran obra de valor arquitectónico, acá las hazañas ingenieriles, increíbles. Pero la diferencia mayor es que La Timba vive.
A este barrio llegaron las canciones de Silvio y Tony Ávila, y la música de los clásicos, sin cansancio por la marcha ni por el transcurso del tiempo, y resonaron en la vibra entusiasta de su gente.
Un lugar llamado La Timba no podía ser menos que ruidoso, sonoro; estaba predestinado a ser un lugar con ritmo.
Los vecinos comentan curiosamente las ventajas de la cercanía con un cementerio, propias de cierto humor negro: "Hay tranquilidad, silencio...", "Nadie va a protestar por la música alta", "No estarán pendientes de tu vida"; y así.
Un muro es la única frontera entre este barrio y la necrópolis de Colón. De un lado la bulla cotidiana, del otro el silencio casi absoluto; allí la gran obra de valor arquitectónico, acá las hazañas ingenieriles, increíbles. Pero la diferencia mayor es que La Timba vive.
A este barrio llegaron las canciones de Silvio y Tony Ávila, y la música de los clásicos, sin cansancio por la marcha ni por el transcurso del tiempo, y resonaron en la vibra entusiasta de su gente.