Paladar



Llego al club de los cincuenta
y una mano trae la cuenta.
Llama la atención la suma
desde hoy hasta mi cuna.
Cada fuego, cada empeño,
cada día, cada sueño
viene con importe al lado,
a pesar de lo pagado.

Me pregunto qué negocio es este
en que hasta el deseo es un consumo.
¿Qué me haré cuando facture el sol?
Pero vuelvo siempre el rostro al Este
y me ordeno un nuevo desayuno,
a pesar del costo del amor.

Vengan deudas, inflaciones,
vales, multas, recesiones:
pruebe a arrancarme el ratero
el sabor de mi bolero.

1996

Desnuda y con sombrilla



Tú, sentada en una silla,
yo, de pie con expresión de lord.
Tú, desnuda y con sombrilla,
yo, vestido pero con calor.

Tú, con uñas y con dientes,
mirándome de frente
con brillo de matar.
Yo, retrocediendo un poco,
llenándome de un loco
deseo de sangrar.

Tú, besando tus rodillas,
yo, discreto pero sin rubor.
Tú, creando maravillas,
yo, soñándome esquimal sin sol.

Tú, con un ritmo tan lento
buscando un alimento
frotado con alcohol.
Yo, de pronto ensimismado,
mirándote, alelado,
colmada de licor.


1993

Tocando fondo



Tocando fondo
nací un buen día,
tocando fondo
ando todavía.

Menos hermoso
que como fuera,
menos odioso
que de otra manera.

Me declaro imperfecto
pateando la sombrilla.
Prefiero ser abierto
a pasearme anunciando
que soy la maravilla.

Me publico completo,
me detesto probable.
Si uno no se desnuda,
se transfigura en reto
todo lo desnudable.

Tocando fondo,
como ir cantando,
es algo hondo
que no anda esperando.

No tocar duro
nuestras verdades
levanta muros,
pudre capitales.


1994

Debo



Debo escuchar otra vez la guitarra del barrio
y recorrer mi ciudad para reconocerla.
Debo volverme a encantar, como supe de niño,
y despertar como un dios que alargara la siesta.

Debo leer en el mar la lección de lo inmenso
y renombrar el color que la vida me enseña.
Debo saber respirar un oxígeno fresco
y regresar a ese sol que contigo me espera.

Debo aprender que mañana es un mundo habitable,
lleno de instantes, promesas y besos y sueños.
Debo encontrar la semilla del hijo y del padre.
Debo bañarme otra vez en el claro deseo,


1994

Canción de Navidad



El fin de año huele a compras,
enhorabuenas y postales
con votos de renovación.
Y yo, que sé del otro mundo
que pide vida en los portales,
me doy a hacer una canción.

La gente luce estar de acuerdo,
maravillosamente todo
parece afín al celebrar.
Unos festejan sus millones,
otros, la camisita limpia,
y hay quien no sabe qué es brindar.

Mi canción no es del cielo,
las estrellas, la luna,
porque a ti te la entrego,
que no tienes ninguna.

Mi canción no es tan sólo
de quien pueda escucharla,
porque a veces el sordo


1988

Flores nocturnas



Se abren las flores nocturnas de Quinta Avenida
para esos pobres señores que van al hotel.
Flores que rompen en la oscuridad,
flores de guiños de complicidad,
flores silbando suicidios,
flores de aroma fatal.

¿Qué jardinero ha sembrado la Quinta Avenida
con variedad tan precisa de nocturnidad?
¿Cuál es su especie y cuál su país?
¿Qué fino abono nutrió su raíz
dándoles tono silvestre?
¿Dónde estará su matriz?

Flores que cruzan las puertas prohibidas,
flores que saben lo que no sabré,
flores que ensartan su sueño de vida


1991

Casiopea



Como una gota fui de la marea,
la playa me hizo grano de la arena.

Fui punto en multitud por donde fui,
nadie me detectó y así aprendí.

Cuando creí colmada la tarea
volví mi corazón a Casiopea.

Cumplí celosamente nuestro plan:
por un millón de años esperar.

Hoy llevo el doble dando coordenadas
pero nadie contesta mi llamada.

¿Qué puede haber pasado a mi señal?
¿Será que me he quedado sin hogar?

Hoy sobrevivo apenas a mi suerte,
lejano de mi estrella, de mi gente.

El trance me ha mostrado otra lección:


1993

El problema



El problema no es
si te buscas o no más problemas.
El problema no es
ser capaz de volver a empezar.
El problema no es
vivir demostrando
a uno que te exige
y anda mendigando.
El problema no es
repetir el ayer
como fórmula para salvarse.
El problema no es jugar a darse.
El problema no es de ocasión.
El problema, señor,
sigue siendo sembrar amor.

El problema no es
de quien vino y se fue o viceversa.
El problema no es
de los niños que ostentan papás.
El problema no es
de quien saca cuenta y recuenta
y a su bolsillo


1989

Escaramujo



¿Por qué la tierra es mi casa?
¿Por qué la noche es oscura?
¿Por qué la luna es blancura
que engorda como adelgaza?
¿Por qué una estrella se enlaza
con otra, como un dibujo?,
Y ¿por qué el escaramujo
es de la rosa y del mar?
Yo vivo de preguntar,
saber no puede ser lujo.

El agua hirviente en puchero
suelta un ánima que sube
a disolverse en la nube
que luego será aguacero.
Niño soy tan preguntero,
tan comilón del acervo,
que marchito si le pierdo
una contesta a mi pecho.
Si saber no es un derecho,
seguro será un izquierdo.


1993

Juego que me regalo un 6 de enero



Soy ciudadano del amor,
llevo dogal de belleza
entre la hombrera y la cabeza,
entre rodilla y cinturón.

Haciendo crítica social
me perfumé de valiente,
creyeron que era disidente
y no era más que natural.

Martí me habló de la amistad
y creo en él cada día,
aunque la cruda economía
ha dado luz a otra verdad.

El mundo tiene la razón
puesta en el pan, en el diario,
ese señor rudimentario
que nos dará la absolución.

Ciega, la vida nueva es
como un verso al revés,
como amor por descifrar,
como un dios en edad de jugar.


1991

Quién fuera



Estoy buscando una palabra
en el umbral de tu misterio.
Quién fuera Alí Babá.
Quién fuera el mítico Simbad.
Quién fuera un poderoso sortilegio.
Quién fuera encantador.

Estoy buscando una escafandra
al pie del mar de los delirios.
Quién fuera Jacques Costeau.
Quién fuera Nemo, el capitán.
Quién fuera el batiscafo de tu abismo.
Quién fuera explorador.

Corazón oscuro,
corazón con muros,
corazón que se esconde,
corazón que está dónde,
corazón en fuga,
herido de dudas
de amor.

Estoy buscando melodía


1990

La guitarra del joven soldado



La guitarra del joven soldado
es pecosa y discreta;
es tan tímida que sólo canta
pasadas las diez.
Cuando tocan Silencio,
ella espera una hora
y se escurre, de puntas los pies,
y en el monte, debajo de un árbol,
suelta al viento su amor y su fe.
La guitarra del joven soldado
es recluta también.

La guitarra del joven soldado
revela secretos;
se desata por una mirada
en arpegios de amor.
Cada instante le pide tonadas y sones,
canciones que nunca escuchó,
y buscándolas siempre amanece,
procurando un acorde mejor.


1989

El necio



Para no hacer de mi icono pedazos,
para salvarme entre únicos e impares,
para cederme lugar en su Parnaso,
para darme un rinconcito en sus altares
me vienen a convidar a arrepentirme,
me vienen a convidar a que no pierda,
me vienen a convidar a indefinirme,
me vienen a convidar a tanta mierda.

Yo no sé lo que es el destino:
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino:
yo me muero como viví.

Yo quiero seguir jugando a lo perdido,
yo quiero ser a la zurda más que diestro,
yo quiero hacer un congreso del Unido,


1991

Abracadabra



Una mujer,
por despecho o por placer,
enterró en un jardín
un coco seco mojado en carmín.
Luego un rival,
narcotraficando el mal,
escupía con ron
y alfilereaba un feliz corazón.

Yo no sé
cómo hay quien malversa la vida,
cómo hay quien invoca una herida,
cómo pueden gastar el amor.
Yo no sé.
Como si nos faltaran cadenas,
como si nos sobraran las cenas,
como si diera dicha el dolor.

Yo no sé
si el mal tiempo trae mala fe,
si la desesperación hace blanco
y se cierran los laicos colegios.
Si se vuelve al sortilegio


1992

Y Mariana



Siempre hay quien quisiera ser distinto,
nadie está conforme con lo que le tocó.
El de edad quisiera ser un niño
y el rapaz se raspa sus pelusas en flor.
Los que tienen nada quieren algo,
los que tienen algo quieren todavía más.
Para pretender el mundo es largo.
Para conformarse se ha inventado el jamás.

Un señor quisiera ser mujer
y una chica quiere ser señor.
Hasta Dios sueña que es un poder.
Y Mariana quiere ser canción.

La tolerancia es la pasión de los inquisidores.
El buen ladrón quisiera no tener que robar.


1990