Silvio



Silvio Rodríguez en Chile


Causas y azares



Unicornio



Mujeres



Al final de este viaje



Días y flores



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de Noviembre del

Silvio, música en plano secuencia



Cumple 75 años el autor de Ojalá y el séptimo arte también es el destinatario de la obra musical de un hombre que, en el cine, también ha dicho lo suyo a tiempo y sonriente.

 Tenía solo veinte días de nacido cuando su madre lo llevo por primera vez al Cine Casino de San Antonio de los Baños. La primera película que recuerda haber visto, cuando era un niño, fue sobre: ´´Gente diminuta, humanos reducidos o algo así, estaban en una especie de laboratorio donde eran perseguidos.


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de Abril del

Chile 1990 y el azar invencible



El cielo estaba despejado y la cordillera se veía desde el estadio. Silvio comenzó a cantar ´´El hombre extraño´´ dedicado a Víctor Jara. Todos aplaudimos y se produjo un silencio profundo.

31 de marzo de 1990, llega la noche y el tiempo se acorta para el inicio de un concierto de un  hombre que su música ha sido prohibida.

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de Abril del

De La Corbata a Jesús del Monte. Los 100 primeros de una gira interminable




En los últimos ocho años ha estado pasando algo que no se suponía que pasara. No se supone que una estrella de talla mundial se vuelque casi todos los meses con voluntad monacal a los barrios marginales de su país —y más allá—, sin publicidad, sin otro beneficio que el de alumbrar por unas horas las almas de gente a la que les hace falta mucha luz. No se supone, y sin embargo es precisamente eso lo que ha estado haciendo Silvio Rodríguez desde el 2010 con su gira por los barrios.


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de Junio del

Silvio en Vallecas



Conocí algunas canciones de Silvio Rodríguez, allá por los años ochenta, mediante una cinta de casete que nos grabó mi tía. Por una cara estaba Serrat y por la otra Silvio. Como mis hermanas y yo conocíamos más a Serrat, le poníamos en primer lugar y luego, si seguíamos oyendo música, escuchábamos a Silvio. Pero… las canciones de Silvio que estaban grabadas en esa cinta eran las del disco Mujeres, entre las que se encuentran temas como Ya no te espero, ¿Dónde pongo lo hallado?, o Te doy una canción (sí, la de “… con mis dos manos, con las mismas de matar”).

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de Febrero del

Silvio Rodríguez vuelve a los escenarios españoles



Sencillamente inolvidable. Terminaban los años setenta y en España todo olía a cambio y esperanza. Fue entonces cuando algunos tuvimos noticia de un movimiento artístico cubano, conocido como ’Nueva Trova’ y empezamos a conocer el trabajo de un fino cantautor llamado Silvio Rodríguez.
\rSencillamente inolvidable. Terminaban los años setenta y en España todo olía a cambio y esperanza.

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de Febrero del

Silvio



“La vanguardia en Cuba tiene resuelta la doble problemática del compositor actual: la libertad de creación y la ‘razón de ser’ de esa libertad inmediata: el público”. La opinión es del guitarrista cubano Leo Brouwer y forma parte de un pequeño pero sustancioso libro titulado La música, lo cubano y la innovación en el que, entre otras cosas, combate el presupuesto de que la música cubana es el resultado de dos raíces: la africana y la española. Silvio Rodríguez –discípulo de Brouwer– es prácticamente la tesis de estos postulados, pese a que ha sido reducido al anaquel de cantor social.

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de Enero del

Silvio Rodríguez: el trovador que no quería cantar



Hubo un tiempo en el que sus canciones estaban prohibidas en buena parte de Latinoamérica (Chile, Argentina, Guatemala...) y que tener una casete de Silvio Rodríguez era peligroso; tanto, que podía costarte la vida: hubo gente que fue torturada y desapareció por ello. Más de cinco décadas y una veintena de discos después podemos afirmar que el cantautor cubano superó, para nuestra suerte, la censura.

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de Enero del

"Amoríos", de Silvio Rodríguez



El último disco de Silvio Rodríguez, Amoríos (Ojalá Producciones, 2015), nos fue entregado —esta vez— poquito a poquito. Así, la primera semana de diciembre escuchamos la excepcionalmente íntima canción Con melodía de adolescente, y, días después, la trovadoresca Una canción de amor esta noche, orquestada con el piano de Jorgito Aragón y la percusión de Oliver Valdés.

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de Diciembre del

Entre el amor y el desamor



Una de las cosas que más admiro en Silvio Rodríguez, además de su verticalidad en el sentido ético y que se expresa en su radical actitud en contra de lo que él no esté de acuerdo (venga de donde venga), es su capacidad para no repetirse entre un trabajo musical y otro.