Pequeña serenata diurna
Otras canciones del disco
Vivo en un país libre,
cual solamente
puede ser libre
en esta tierra,
en este instante,
y soy feliz
porque soy gigante.
Amo a una mujer clara
que amo y me ama
sin pedir nada,
o casi nada,
que no es lo mismo
pero es igual.
Y si esto fuera poco,
tengo mis cantos
que, poco a poco,
muelo y rehago
habitando el tiempo,
como le cuadra a un hombre despierto.
Soy feliz,
soy un hombre
feliz, y quiero
que me perdonen
por este día
los muertos
de mi felicidad.
Sueño con serpientes
Otras canciones del disco
Hay hombres que luchan un día
y son buenos.
Hay otros que luchan un año
y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años
y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida:
esos son los imprescindibles.
La vergüenza
Otras canciones del disco
Tengo una mesa
que me alimenta,
que a veces tiene
hasta de fiesta.
Mas, si tuviera
sólo una araña
burlona en mi despensa,
tendría la vergüenza.
¿A qué más?
Tengo zapatos,
tengo camisa,
tengo sombrero,
tengo hasta risa.
Mas, si tuviera
en mi ropero
sólo las perchas vacías,
la vergüenza tendría.
¿A qué más?
Tengo billetes como de octava clase,
pero así viajo: contento de ir de viaje.
Pues para un viaje me basta con mis piernas:
viajo sin equipaje.
Más de una mano en lo oscuro me conforta
El Mayor
Otras canciones del disco
El hombre se hizo siempre
de todo material:
de villas señoriales
o barrio marginal.
Toda época fue pieza
de un rompecabezas
para subir la cuesta
del gran reino animal,
con una mano negra
y otra blanca mortal.
Mortales ingredientes
armaron al Mayor:
luz de terratenientes
y de revolución.
Destreza de la esgrima,
sucesos como un preso,
Amalia abandonada
por la bala,
la vergüenza, el amor,
o un fusilamiento,
un viejo cuento,
modelaron su adiós.
Va cabalgando el Mayor con su herida
Playa Girón
Otras canciones del disco
Compañeros poetas,
tomando en cuenta
los últimos sucesos en la poesía,
quisiera preguntar ―me urge―
qué tipo de adjetivos se deben usar
para hacer el poema de un barco
sin que se haga sentimental,
fuera de la vanguardia o evidente panfleto,
si debo usar palabras
como Flota Cubana de Pesca
y Playa Girón.
Compañeros de música,
tomando en cuenta esas politonales
y audaces canciones,
quisiera preguntar ―me urge―
qué tipo de armonía se debe usar
para hacer la canción de este barco
con hombres de poca niñez,
Tonada de la muerte
Otras canciones del disco
Desde el día en que me alumbra,
hijo me llama la muerte,
y así repite mi suerte
entre penumbra y penumbra.
Pero la luz me deslumbra
y siento afán de guardarla,
de rehacerla y sembrarla
para que nazcan ventanas.
Y salgo a fundar mañanas
pese a la muerte y su charla.
La muerte ronda conmigo
hasta muy tarde en la noche.
Yo voy a pie y ella en coche,
silenciosa, de testigo.
Sabe que soy su enemigo,
su hijo desobediente.
Por eso silba entre dientes
una tonada de aviso.
Y yo, aun sin su permiso,
sueño más resplandeciente.
Como esperando abril
Otras canciones del disco
Mucho más allá de mi ventana
las nubes de la mañana
son una flor que le ha nacido a un tren.
Un reloj se transforma en cangrejo
y la capa de un viejo
da con una tempestad de comején.
Mucho más allá de mi ventana
algodones jugaban a ser un jardín,
en espera de abril.
Luego entro los ojos
chorreando esa luz de infinito
y es cuando necesito
un perro, un bastón, una mano, una fe.
Y tú pasas tocando
el frío con suave silencio,
y, ciego, te sentencio
a que nombres todo lo que ahora no sé.
Mucho más allá de mi ventana
Mi casa ha sido tomada por las flores
Otras canciones del disco
Es difícil de ligar.
Y a ese güije que lo inventa, comadre,
lo debieran diputar.
Te despiertan los aromas perdidos,
los que olvida la ciudad,
y de pronto ves tu hogar invadido
por la luminosidad.
Mi casa ha sido tomada por las flores.
Traigan copas, traigan vasos
al derrame de colores.
Mi casa ha sido tomada por las flores.
Vengan almas y retazos:
voy a repartir canciones.
Flores fulgurantes y discretas,
timoratas y coquetas,
inmutables y sin paz.
Flores que rebosan las ventanas,
Mariposas
Otras canciones del disco
desde que sé que no vendrás más nunca.
He vuelto a ser aquel cantar del aguacero
que hizo casi legal su abrazo en tu cintura.
Y tú apareces en mi ventana,
suave y pequeña, con alas blancas.
Yo ni respiro para que duermas
y no te vayas.
Qué maneras más curiosas
de recordar tiene uno,
qué maneras más curiosas:
hoy recuerdo mariposas
que ayer sólo fueron humo.
Mariposas, mariposas
que emergieron de lo oscuro
bailarinas, silenciosas.
Tu tiempo es ahora una mariposa,