“Un amor para decir te espero,
Dos cercanías
Para quien supo de esas sombras (y luces) a los veinte días de nacido –según reiterado testimonio de su señora madre–, la historia de la vida le pudiera empezar como El Libro: “Al principio Mamá creó la oscuridad del cine. La tierra estaba desierta y sin nada y las tinieblas cubrían los abismos, mientras el espíritu de Mamá aleteaba sobre la superficie de las aguas”.