Silvio Rodríguez regresa para actualizar su "amor a primera vista" con los argentinos

de Noviembre del

Desde La Habana y a dos semanas de regresar a los escenarios argentinos para presentarse en Buenos Aires y en Santa Fe, el trovador cubano Silvio Rodríguez sostuvo que su fuerte ligazón con el público argentino “es un amor a primera vista que ocurrió desde la primera vez”.

“Siempre he sentido como un privilegio que un público tan exigente y bien preparado aprecie mi trabajo”, aseguró Rodríguez a Télam, mediante un cuestionario enviado por correo electrónico.

El rock ha sido un ingrediente activo en mi manera de componer

de Octubre del

Silvio Rodríguez se encuentra preparando su regreso a Chile, un país al que lo vincula una nutrida historia llena de hitos y que espera renovar con el concierto que dará el 2 de diciembre en el Estadio Monumental, para el que quedan menos de mil entradas, además de una gala del Partido Comunista.

Habla Silvio Rodríguez. "Chico, yo siempre estoy enamorado"

de del

Entrevista realizada a fines de 1982

La familia, la hermana cantante, la profesión de dibujante, La Nueva Trova, Pablo Milanés, Bob Dylan, Gloria Simonetti, el Unicornio, la Violeta, las canciones (“lo que más me divierte en el mundo”), el cine, el esquí acuático y el béisbol, Chile: “allí me tendrán”.

Nací en un pequeño pueblo al sur de La Habana, a unos 40 kilómetros, que se llama San Antonio de los Baños.

¿Qué hacían tus padres?

Entrevista con Karina Micheletto, Página/12

de Abril del

No parece precisamente cómodo el lugar de Silvio Rodríguez: si lleva consigo el peso de los símbolos, si su solo nombre remite a una época y a una forma posible de canción –que fue posible también por una época–, el paso del tiempo lo ha enfrentado al reto de seguir perfeccionando el oficio de trovador. La forma en que ha salido airoso de tamaño desafío se escucha en Segunda cita, el trabajo que acaba de presentar. Un disco hecho de canciones bellas, potentes, que ganan musicalmente en el despojo acústico del trío jazzero que el cubano propone esta vez para acompañarlo.

Causas y azares de Silvio Rodríguez

de del

Con el sólo poder de la certeza atravesé solo la barrera de periodistas y guardias de seguridad del aeropuerto y fui al encuentro de aquel primer abrazo, el que todos le teníamos guardado hace tanto tiempo, y le dije lo que tanta veces habíamos soñado: “¡Silvio, bienvenido a Chile!”

Fue el abrazo –y así lo sentí— de toda esta tribu de amigos hermanados por sus canciones y Silvio, estoy seguro, así lo sintió también, quizás por esto accedió sin dudarlo a dar para esta publicación la única entrevista exclusiva de su primera visita a Chile después de 17 años.

Entrevista concedida a Gabriela Selser

de Julio del

Tomado de Segunda Cita

Una vez estuve en casa del excelente escritor argentino Gregorio Selser, cuando él vivía en México, exiliado. Gregorio era un hombre muy sencillo, ni alto ni fornido, pero de un antiimperialismo vigoroso. Escribió libros imprescindibles como “Sandino, general de hombres libres”, “El pequeño ejército loco”, y una “Cronología de las intervenciones extranjeras en América Latina”, que se publicó póstumamente.

Silvio, Martí y la creación

de Junio del

En una conversación usted decía que no era un indagador de José Martí, sino un depositario, ¿qué quería decir?

El rock es la música del siglo

de Septiembre del

Ya se sabe: no tiene la plasticidad de un Mick Jagger en escena, pero para los términos usuales de vida cultural en Cuba su actitud ante la vida lo delata como un Rolling Stone, al menos en el sentido folklórico del término. Aunque los puristas ubiquen su compromiso revolucionario en los antípodas de la rebeldía consumista propia del rocanrol, Silvio Rodríguez es un outsider para la hipotética “línea de un trovador-progresista-ascético”.


Silvio Rodríguez y su modo de cantar

de Enero del

Yo he conocido cantores
Que era un gusto el escuchar,
Más no quieren opinar
Y se divierten cantando;
Pero yo canto opinando,
Que es mi modo de cantar


Las quince mil vidas del cisne salvaje

de Julio del

arios correos electrónicos y una tarde bajo las yagrumas del Centro Pablo de la Torriente Brau hicieron posible la entrevista que ahora ofrecemos a los lectores de El Tintero, a propósito del cumpleaños 60 de Luis Rogelio Nogueras, que se celebrará en el mes de noviembre. Una vez más, a 20 años ya de su muerte, regresa Wichy, invocado por Silvio Rodríguez, con humildad y pasión de amigo, como para atenuar esos 15 siglos de notar su ausencia.

Nunca han existido tantos espacios de trova y por la trova

de Marzo del

Aunque el 40 aniversario de La Nueva Trova no ha pasado ni mucho menos por alto -hasta el propio Silvio le dedicó un texto en su blog-, creo que sobre ese movimiento iniciado en los años sesenta por un grupo de entonces jóvenes músicos cubanos no se ha dicho aún lo suficiente.

Una canción nueva que todavía hoy, varias décadas después, parece innovadora, fresca y acabada de sacar de la guitarra, significó una revolución en el arte y el pensamiento de toda una generación que, por lo menos en Cuba, ningún otro movimiento artístico ha tenido la suerte de igualar.

Camarada recluta, llegaste arriba

de Abril del

Soldado en Verde Olivo, Silvio Rodríguez decidió un día elegir entre la poesía, la plástica y la música. Compuso y cantó en la revista varias canciones, aquí tuvo su primer público y sus primeros críticos. En el Turquino volvió a ser soldado.

Fue en la tradicional tertulia de dominó que después del almuerzo reúne durante unos minutos a todos los compañeros.

Oímos hablar de él no como el poeta de las mujeres soles, ni el cantor que sueña con serpientes.

Silvio Rodríguez volvió a la casa de la "noctambulidad alevosa"

de Septiembre del

Raro. Esa fue la palabra que Silvio Rodríguez usó más veces anoche, al homenajeársele por las ventas de sus dos últimos discos. Se considera “tan terrícola” que no ve la explicación a tanto tributo, menos si este viene de “mis maestros, Ángel e Isabel Parra”.

No soy un campeón de la protesta

de Enero del

“No creas todo lo que oyes, porque el que cree todo lo que oye, muchas veces juzga lo que no ve”.

Quizás todo el que va a conversar por primera vez con Silvio Rodríguez deba ir armado con este proverbio árabe, pues en realidad él no es la persona ríspida que dicen por ahí.

La verdad es que resulta un hombre comedido, educado, que da las gracias por todo, se disculpa por la menor falta que piensa haber cometido y pregunta por tu familia aunque no la conozca.

Concedió esta entrevista sin rodeos, aunque con 20 minutos de retraso.